sábado, 11 de julio de 2009

No todo son lágrimas

Hola guapísima. Hoy, de nuevo, es un día triste. Tu bisabuelo (el papá de tu abuela Pilar) ya no podrá conocerte, ni tú a él.
Hoy nos hemos juntado parte de la familia (los que hemos podido estar) para acompañarle a viajar donde quiera que haya podido decidir. En esta pequeña reunión por lo general la gente se despide y llora por no poder verle nunca más. Pero cuando se trata de una persona tan mayor como era tu abuelo (92 años, imagina cuantas velas debía soplar!), debemos pensar de una forma más alegre porque llegar a esa edad es bastante más de lo que otra gente ha podido.
Realmente, y aunque últimamente escuches que tu madre llora tanto, no debes creer que en la vida todo son lágrimas. Y tampoco que todas las lágrimas son de tristeza. Hoy, aunque ha habido lágrimas, también ha habido risas. Nunca debes pensar que porque una persona se haya ido, lo único que podemos hacer los que nos quedamos es llorar su ausencia. Debemos recordar las cosas buenas que nos hizo vivir y dedicarle todo nuestro cariño de la forma que mejor sepamos.
Lo único que te puedo decir ahora es que si cuando nazcas me ves llorar, que sepas que esas lágrimas en ningún caso serán de tristeza. Serán de enorme alegría.

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