El post de la tía Cris

Las 4 mujeres de la familia Medina

Hoy es el turno de tu tía Cris por ser su cumple. Un post con mucho cariño.

Hola princesita:

Por fin llega el post de la cabra loca de tu tía Cris (espero que pronto aprendas –ya te enseñaré- que tener cierto grado de locura es lo más divertido e inteligente que hay en esta vida). Aunque ya he escrito varios comentarios en este blog tan chulo que ha hecho tu papi, también quería tener mi propio post, como los abuelos, y contarte alguna cosilla por aquí.

Lo primero, lo más emotivo… gracias por el regalo de cumple que me has hecho por adelantado. Te acuerdas, ¿a que sí? Fue hace unos días, cuando tu mami me cogió la mano y la puso sobre su barriguita, a tu lado… después de esperar un ratito, diste un saltito muy contenta diciéndome “hola tía Cris, ¡qué alegría sentirte aquí!”. Un poquito después volviste bailando “¡yupiiiii!”. Ay, si pudieras hacerte la más mínima idea de cuánta ilusión me hizo… no me puse a llorar porque había un montón de gente (muchos primos de papá y el tío Salva), que si no… es que yo nunca voy a poder tener un bebé, por eso me emociona y alegra tanto estar siguiendo tan de cerca tu crecimiento antes de llegar a nuestro lado… imagínate lo que será cuando ya estés aquí, no creo que el primer día pueda aguantar las lágrimas (de felicidad, por supuesto, que ya te explicó papi muy bien que no siempre se llora por tristeza).

No te imaginas qué ganas tengo que llegue ese día, cuando por fin pueda acariciarte, sentir tu olor, perderme en tu sonrisa… y besar esa carita tan linda que ya vi en sueños. A ti te será muy fácil reconocerme porque, de todos los que estemos allí para recibirte, seré la única que vaya en una silla muy guay con ruedas. No quiero que esto te asuste ni te dé pena, ¿eh? Es verdad que hay muchas cosas que no puedo hacer yo sola (bueno, en realidad eso le pasa a todo el mundo aunque no lo reconozcan), pero seguro que a ti no te importa ayudarme a hacer algunas, ¿verdad? Y a mí también me encantará ayudarte a hacer otras muchas, como leerte cuentos (o inventárnoslos que es más divertido), hacer contigo los deberes del cole, escucharte siempre que necesites hablar… y todo lo que vaya surgiendo. Además, ya verás que bien lo vamos a pasar en cuanto empieces a andar y quieras moverme tú la silla. Bueno, con el tío Salva y conmigo te aseguro que diversión no te va a faltar, porque no pararemos de hacer cosas, que para eso nos hemos pedido ser los tíos guays, jejeje. Cuidados y mimos tampoco te faltarán con nosotros, sobre todo porque el tío Salva es una de las personas más buenas que vas a tener a tu lado, y te cuidará con tanto esmero y cariño como a mí, es un solete (y da unos abrazos de osito geniales).

¡Ay, cuánto me he enrollado! Voy a parar ya, que si no, no me va a quedar nada para otro día, es que tengo tantas ganas de contarte cosas…

Un achuchón de tu tía guay que te quiere muuucho,
Cris